Por Alexandra Barbero Nevado
Nombre:
Lentisco.
Nombre
científico: Pistacia lentiscus.
Clasificación:
Reino:
Plantae
División:
Magnoliophyta
Clase:
Magnoliopsida
Orden:
Sapindales
Familia:
Anacardiaceae
Subfamilia:
Rhoideas
Género:
Pistacia
Especie:
P. lentiscus
Características
de la especie:
Se
trata de un arbusto o arbolito dioico, plantas macho y hembra
independientes, siempre verde de 1 a 5 m de altura, con un fuerte
olor a resina, que crece en los matorrales secos y pedregosos. Las
hojas son alternas, coriáceas y compuestas paripinnadas (sin foliolo
terminal) con 6-12 foliolos de un verde intenso. Presenta flores muy
pequeñas, las masculinas con 5 estambres, las femeninas con estilo
trífido. El fruto es una drupa, primero roja y más tarde negra al
madurar, de unos 4 mm de diámetro, no comestible para el hombre pero
sí para las aves.
Habita
en bosques claros, zonas adehesadas, coscojales, encinares, garrigas,
maquis, collados, gargantas, cañones y laderas rocosas de toda el
área mediterránea.
Época
de plantación:
La
manera más versátil y cómoda de multiplicar la Pistacia lentiscus
es a través de semillas. El principal problema que tiene la
multiplicación a través de este método es la heterogeneidad de la
germinación. Esto ocurre porque la semilla tiene un envoltorio
impermeable que no facilita su apertura y crecimiento de la planta a
partir de ella. En muchos casos hay que recurrir a técnicas de
germinación, como la escarificación (ablandar la cubierta para
facilitar la nascencia).
Época
de floración: Florecen
por los meses de marzo, abril y mayo.
Mantenimiento:
Es
un cultivo tan rústico y resistente que un lentisco es capaz de
crecer y desarrollarse sin intervención humana. Nosotros podemos
ayudarle a crecer con una cama de compost o estiércol. (se ha
demostrado que aumenta más de un 20 % su desarrollo), así como
proporcionarle periódicamente y sobre todo en las épocas estivales,
riegos separados.
Partimos
de la base de que el lentisco es un arbusto muy resistente. Está
acostumbrado a crecer en el entorno mediterráneo y resiste a altas
temperaturas. Por lo contrario, no le viene nada bien las heladas
fuertes (típicas del interior).
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