Por Vanesa Roncero Caballero
Nombre:
Níspero.
Nombre
científico: Eriobotrya japonica.
Clasificación:
-Reino:
Plantae
-División:
Magnoliophyta
-Clase:
Magnoliopsida, Rosidae
-Orden:
Rosales
-Familia:
Rosaceae, Spiraeoideae
-Tribu: Pyreae
-Género:
Eriobotrya
-Especie:
E. japonica
Descripción:
Es un arbusto grande o pequeño árbol perennifolio, con una
copa redondeada, tronco corto y corteza gris y fisurada. Puede
alcanzar una altura de 5 a 10 m, pero frecuentemente es mucho más
bajo, cerca de 3 o 4 m. Las ramillas están cubiertas de un denso
tomento pardo-amarillento.
Las hojas, de 10 a 30 cm de
longitud por 5-10 cm de anchura, son simples, alternas, cortamente
pecioladas y con márgenes aserrados, el color verde oscuro en el
haz, mientras que el envés está cubierto por una densa pubescencia
aterciopelada.
Los frutos son drupas con
solo una o varias semillas de endocarpo duro, generalmente agrupados
en gran número, ovales, redondeados o en forma de pera, de 3 a 5 cm
de longitud, con el pedúnculo tomentoso y el cáliz persistente.
Época
de plantación:
La mejor época para plantar el níspero es
la primavera. Tras las tareas de limpieza, se practican hoyos que
oscilan entre el metro y los 70 cm de profundidad para albergar la
planta, según se trate de cultivo sobre patrón de semilla o de
membrillero.
Época
de floración:
A lo largo de los meses de otoño,
los nísperos se van cubriendo de flores. En diciembre están
prácticamente blancos.
Comienzan
a florecer a mediados de octubre, con el paso de los días de otoño
van abriendo los botones que esconden las flores blancas.
Mantenimiento:
El níspero prefiere climas cálidos, en
temperaturas frías no maduran los frutos.
Crece en pleno
sol, también tolera semisombra.
Tolera amplia
gama de suelos, siempre y cuando éstos tengan buen drenaje.
Toleran muy
poco el viento.
Resistente al
frío, aunque con posibles daños.
Respecto al
riego, durante los primeros años conviene regar el terreno
especialmente durante los meses más secos. Los árboles adultos
toleran la sequía.
Requiere de
suelos fértiles, textura de suelos francos o limosos.
La
poda se realiza los tres años posteriores a la plantación, una
vez al año, cuando haya perdido las hojas y en invierno. Se deben
podar las ramas demasiado bajas, enfermas o mal situadas.
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